Historia

El Hombre desde su aparición, ha sentido la necesidad de pelear y perfeccionar su estilo de lucha dependiendo del tiempo y la realidad en que se encontrase. Bien sea por instinto de supervivencia (caza, guerra, autodefensa…) o bien para, al igual que el resto de los animales, desarrollar sus habilidades innatas, a través del combate simulado o real.

Encontramos los primeros testimonios de «academias» de luchas codificadas, en Mesopotamia (sumerios, akadios, babilonios…) junto al desarrollo de las primeras civilizaciones. Los expertos en materia de guerra, sintieron la necesidad de adiestrar a los guerreros bajo una serie de rutinas y conductas basadas en la experiencia. Así mismo, las Artes Marciales, se encuentran representadas en los jeroglíficos del antiguo Egipto o en los frescos pintados de Grecia y Roma (que evolucionaron hacia la lucha deportiva en los Juegos Olímpicos y las luchas circenses respectivamente).

Escenas de lucha reglada encontradas en Mesopotamia y Grecia respectivamente

Desde la antigua Mesopotamia, estas tradiciones viajaron a Occidente (África y Europa) y hacia Oriente, que través de la India (donde se conservan antiquísimas artes de combate) se fundieron con la tradición religiosa y filosófica, dando lugar en China, a lo que hoy conocemos verdaderamente como Artes Marciales,es decir, Artes de Marte (dios de la guerra en la mitología romana) El Arte de la Guerra (Bubishi).

 

Según la tradición Bodhidharma, fue un príncipe indio que llevó el Budismo Zen a China en el 500 dC, se instaló en el templo Shaolin, y enseñó un sistema de saneamiento corporal basado en la imitación de algunos animales, que sentaría las bases del Kung Fu (Wushu) de Shaolin.

 

No se puede afirmar con exactitud cuándo nace el Karate. Si sabemos que fue en el archipiélago de Ryu Kyu –actual prefectura de Okinawa– a partir de las influencias que recibe del sudeste asiático y en especial de China, por ser un reino dependiente del emperador amarillo. Sabemos que habría que remontarse al menos hasta el siglo VI d. C. para seguir esta línea.

Las Ryu Kyu fueron un próspero y rico reino que comerciaba con diferentes lugares de Asia, algunos tan lejanos como Java o Sumatra. Estos contactos comerciales con países como China, Japón, Filipinas, etc. ampliaron el bagaje técnico del arte marcial autóctono (Too-de, o simplemente Te)

 

También sabemos que en el siglo XVI de nuestra era, se unifican los tres reinos de la isla de Okinawa (Chuzan, Nazan y Hokuzan) y que se prohíbe al campesinado guerrero la utilización de armamento. Es entonces cuando esta casta campesina y militar fija sus intereses en el primitivo Karate, llamado Too-de, así como en el uso de aperos de labranza destinándolos al combate (varas, mayales, hoces, remos…) Kobu-jutsu

Por simplificarlo mucho, se puede decir que Too-de, era la versión okinawense del Kung-Fu chino…

 

Imágenes extraídas del antiguo manual de lucha china (grulla y puño del monje) llamado Bubishi, y que sirvió de libro de cabecera de algunos de los más grandes maestros de Karate de Okinawa, Se desconoce cando aparece por primera vez en la isla, pero confirma la unión directa entre las Artes Marciales chinas y el Karate de Okinawa.

El Karate se mantiene en secreto hasta el siglo XIX, transmitiéndose de padres a hijos. Aun así, el mismo Napoleón Bonaparte, supo de un recóndito reino en el mar de China que no usaba armas para defenderse.

En el siglo XVIII, llega de China un funcionario llamado Ku Shan Ku, que realiza una exhibición de su arte marcial, y a cambio los uchinankus (habitantes de la isla) muestran al mundo su arte por primera vez.

A raíz de esto conoceremos nombres míticos dentro del Karate primitivo: Sookon Matsumura (que fue guardia personal del último Rey de Okinawa) Chatan Yara (llamado el gallo) Kosaku Matsumura… y otros más modernos como Aragaki, Higaonna, Itozu, Motobu, Miyagi…

Ya en el siglo XIX, el maestro Anko Itozu, consigue introducir este arte en la escuela pública de Okinawa, enfocándolo al desarrollo físico, intelectual y espiritual de los alumnos. Es acogido con gran éxito. Poco después el Too-de, es llamado por primera vez KARATE-JUTSU (Técnica de la mano china)

Demostración de Karate frente al histórico Castillo de Shuri, antigua capital de Okinawa (1938)

 

En el siglo XX, un alumno de Itozu, Gichin Funakoshi (considerado el padre del Karate moderno) viaja a Japón y consigue que cale entre los habitantes del país con gran éxito. Así mismo le cambia el nombre y el kanji que lo representaba, por KARATE-DO, Camino de la mano vacía, dándole una mayor connotación espiritual, y eliminando la referencia a China en un tiempo de ultranacionalismo nipón.

En Japón el Karate tuvo éxito en  los clubes universitarios gracias a la ayuda de grandes maestros de otras Artes Marciales como Jigoro Kano (Judo) o Morihei Ueshiba (Aikido), entre otros, que supieron ver la excelencia de este arte, muy difícil de apreciar por el público japonés, ya que el Karate tradicional, es un arte codificado en sus formas tradicionales (kata) y para la visión de los profanos, era algo así como «un baile típico de Okinawa». Para demostrar la eficacia de las técnicas del Karate, se comenzaron a hacer exhibiciones de rompimientos (Tameshi-Wari)

El Butokuden de Naha (Sala de las Virtudes Marciales, que se ocupaba de la difusión de las Artes Marciales) fue el único edificio que se mantuvo en pie en la ciudad tras los bombardeos de Abril de 1945 a consecuencia de la II Guerra Mundial

Sin embargo, tendrían que llegar figuras carismáticas, auténticos ídolos sociales, para mitificar el Karate-do y convertirlo en un espectáculo de masas. Y si hay un nombre propio que llevó el karate por todo el mundo y se convirtió en el prototipo de samurái moderno, ese fue sin duda Masutatsu Oyama, que gracias a la influencia y/o  enseñanzas de grandes figuras como el propio Funakoshi sensei, su hijo Yoshikata, Sensei Chooki Motobu, el legendario «bushi» Matsumura, Sensei Gogen Yamaguchi, Sensei So Neishu, y otros nombres propios del Karate tradicional, ideó una nueva concepción del karate, descifrando esos códigos secretos formulados en Okinawa, a través de la práctica real del BUSHIDO (camino del guerrero) y adaptando el Karate-do a su realidad contemporánea, le llamó «La Última Verdad» o KYOKUSHIN.

Kyokushinkai, es una escuela de karate moderno, nacida en los años 50, para responder a la necesidad vital y espiritual de su creador SOSAI MASUTATSU OYAMA. Sosai Oyama viajó por todo el mundo promocionando el arte del karate-do, convirtiéndose en el mejor embajador del Karate japonés -siendo coreano de nacimiento- llegando a crear una escuela (IKO Kyokushinkai-kan) con 20 millones de practicantes en todo el mundo.

Mas Oyama practicando el antiguo kata okinawense Nai Fan Chi (Tekki)

Después de un profundo estudio del Karate, así como de otras artes de combate, eliminó las técnicas que le resultaron inservibles del arte que había heredado, creando un sistema basado en la máxima efectividad. Sus teorías se basaron en el conocimiento de la práctica, pues después de infinidad de retos y combates contra hombres y animales, fundó lo que otros denominaron «The Strongest Karate» (El Karate Más Fuerte)

Sin embargo, todo su mérito lo atribuyó siempre al duro entrenamiento, esfuerzo y a la perseverancia (OSU NO SEISHIN).

Siempre dijo: LO MÁS IMPORTANTE EN EL ÁNIMO DEL KARATE KYOKUSHINKAI, NO RECAE EN LA VICTORIA O EN LA DERROTA, SI NO EN PERFECCIONAR EL CARÁCTER DE TODOS LOS PARTICIPANTES

Además definió de esta manera el ideal del espíritu del estudiante de Kyokushin:

MANTÉN LA CABEZA BAJA (modestia), OJOS ALTOS (ambición), RESERVADO EN EL HABLAR (hablar correctamente) Y BUEN CORAZÓN (tratar a todos con respeto y cortesía). LOS MAYORES SON EL PUNTO DE PARTIDA (servir a los padres)”

Muchas personalidades del mundo, han sido instruidas en karate Kyokushinkai como: El Rey de España Juan Carlos I, El Rey Hussein de Jordania, el Rey Constantino de Grecia, la familia real de Arabia Saudita, Nelson Mandela, Vladimir Putin

Actores como Sean Connery, Dolph LundgreenChuck Norris, Jean Claude Van DammeSonny Chiba (Que en los años 70 protagonizó una trilogía de películas basadas en la vida de Sosai Oyama) Así como diferentes cuerpos militares y de seguridad de muchos países.

Shihan Sony Chiba junto a Sosai Oyama

En la actualidad, desde la muerte del maestro Oyama en 1994, Kyokushin se mantiene como una de las escuelas más importantes y extendidas de las más de 300 que existen en el Mundo.

También a partir del estudio del Kyokushin, se han fundado otras muchísimas escuelas basadas en la experiencia y personalidad de sus fundadores, tal y como hizo Oyama en su momento a partir del Shotokan y el Goju Ryu.

Kyokushin, ha sabido mantener la tradición de su filosofía y sus formas pudiéndose, no obstante, adaptarse al siglo XXI y continuar siempre evolucionando hacia la eficacia, la formación y el perfeccionamiento de todos sus participantes, bajo el espíritu ancestral del OSU!

 

Sensei Iván Pérez Robles

(Licenciatura de Historia, UPV/EHU)

Cortesía de:
http://kyokushin-sipr.webnode.es/historia/

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